NATURALEZA INMENSA

Cada pieza que tejo lleva algo de esta tierra. La inmensidad de la Patagonia —sus cielos abiertos, sus montañas silenciosas, sus colores sobrios— está presente en las fibras, en los tonos y en la forma en que trabajo: con respeto, tiempo y conexión con el entorno. Casa Amancay nace desde acá, y todo lo que creo lleva esa raíz.

ENTENDER EL FRÍO

Acá el frío marca el ritmo. Por eso, desde siempre, las ovejas nos dan abrigo, y la lana es más que una materia prima: es una respuesta al paisaje. Trabajo con esa lana, la que nace en este clima extremo, para crear piezas que abrigan de verdad, como lo hicieron durante generaciones quienes vivieron en estas tierras.